JUGUETES SEXUALES: Milenarios aliados
- Mavi H. Valdéz
- 12 jun 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 26 jun 2020

Una mujer acerca sus manos a una fogata, la noche está cayendo, el resto del grupo se ha refugiado ya en sus cuevas. Está sola. Con minucia empieza a tallar una roca, la dota de forma y se deja fundir entre la humedad de la cueva, el calor del fuego y la pieza rígida que introduce en sus genitales. La oscuridad daba paso a la maquila de historias que explicaran los sonidos o peligros, cada fenómeno natural, cada cambio, sin embargo, ésta vez era distinta. Las historias que le poblaron la cabeza fueron la premisa del relato erótico.
Ella ha encontrado una nueva sensación, esto pasará millones de veces en la historia de la humanidad.
Algunos dicen que este primer encuentro del erotismo con objetos de estimulación data de hace 23000 años, otras fuentes aseguran que son 28000, sin embargo, los consoladores más antiguos de los que se tiene registro fueron hallados en el 2005 en la cueva Hohle Fels, en Alemania. Sea cual sea el año exacto en el nació el primer consolador de la historia, lo cierto es que dicho artefacto ha acompañado durante miles de años a personas de distintas culturas.

Podemos empezar nuestro recorrido en Grecia, lugar donde los Olisbos eran sumamente comunes, estos consoladores eran fabricados con madera, piedra o cuero y dieron pie a la creación del primer lubricante de la historia: El aceite de olivo.
Imaginemos a una mujer fabricando amorosamente un consolados para entregarlo a su hija como presente íntimo de bodas, esto como parte de un kit en el que se incluía el aceite de olivo, menta y otros afrodisíacos.
No olvidemos que en aquella época, los griegos veían con muy malos ojos que un hombre tuviese genitales grandes. Esto era considerado de mal gusto pues simbolizaba el poco control de los impulsos poco civilizados y el cuerpo desproporcionado. Bajo esta idea encontramos a Príapo, considerado el hijo de la impresionante Afrodita junto a Dionisio. Príapo fue maldecido con un pene inmenso, por ello era venerado en espacios rurales y considerado en rituales de fertilidad.
Por tanto, si el miembro del esposo no era suficiente, entonces entraba en acción el kit erótico.
Otro de los grandes pioneros fue sumamente perturbador, hablamos del gran padre de los anillos sexuales. Para fabricarlo se usaban párpados de cabra, con todo y pestañas. Así, las erecciones eran más duraderas y las pestañas contribuían al placer femenino.
Otro de los pioneros en cuanto a juguetes para adultos acompaña a Cleopatra, la última gobernante de la dinastía Ptolemaica. En uno de sus muchos mitos sexuales se afirma que poseía una caja llena de abejas, la cuál colocaba en sus genitales para autocomplacerse con las vibraciones que emanaban de esta. Otras versiones apuntan a que el artefacto era de cuero o piel de calabaza. Sea cual sea y si es que esto en verdad sucedió, me veo forzada a pedir que ¡No lo intenten en casa! No, ni por la cuarentena.
Y como verán, aquí empieza el redoble de tambores para avanzar hasta nuestros días, pero antes, quisiera recuperar una historia...
Existieron mujeres que, con la finalidad de preservar la salud propia y de sus familias, aprendieron sobre el poder de las plantas. Aprendieron, se instruyeron unas a otras en ese fascinante campo de investigación. En el camino, estas mujeres se encontraron con plantas alucinógenas. Al consumirlas notaron el poder recreativo y cautivador que poseían. Comenzaron a utilizarlas para exaltar las sensaciones en su cuerpo, para imaginar, relajarse y también para experimentar mayor placer sexual, sin embargo, los efectos secundarios y las huellas que esto dejaba en su piel las delataban. La inquisición había acabado con la vida de cientos y no estaban dispuestas a perder la vida, pero tampoco su acceso al placer.
En un contexto en donde la herbolaria era considerada brujería como parte de la ideología del cristianismo, surgió un nuevo método para "volar" con estas sustancias.

Con base en lo anterior, podemos imaginar a una mujer desnuda, sosteniendo un frasco.
Dentro del frasco está el ungüento que permitirá usar de forma más discreta las sustancias alucinógenas.
La mujer procede a untar el preparado en el palo de su escoba y luego, el palo de la escoba una y otra vez en sus genitales y axilas hasta que su cuerpo absorba el ungüento mágico de forma más orgánica y sin consecuencias visibles.
Así nace un juguete sexual que tiempo después formaría parte de la iconografía clásica de las brujas.
Hermoso ¿No?
Aunque no podemos olvidar que esta primera revolución sexual femenina sería la justificación que dio el clero para asesinar, castigar y enjuiciar a centenares de inocentes. Los juguetes sexuales en esta parte de la historia fueron transformados en instrumentos de tortura, objetos de los que hablaremos en otra ocasión.
A continuación llegaría el gran héroe, padre de los vibradores cuyo nombre era Joseph Mortimer Granville, esto en 1880.
Un dato interesante es que en esta época los vibradores eran utilizados en centros psiquiátricos para curar la histeria femenina, por fortuna esta práctica fue abandonada y ahora estos objetos han cobrado otro sentido.
Ahora si podemos dar el gran salto.
Comencemos por Amsterdam. El barrio rojo es famoso a nivel mundial por ser un centro de espacios sexuales en donde es posible hallar desde sexshop y tiendas de disfraces sexuales, hasta vitrinas en donde las prostitutas son exhibidas para que el cliente tenga una variedad amplia para elegir. Esta premisa de las vitrinas tiene su origen en el siglo XVII, la diferencia es que en aquella época las mujeres se exhibían desde sus puertas y ventanas.

Otro país en el que el sexo es parte de la cotidianeidad es Japón. Aquí sucede algo muy interesante y es que esta sociedad tiene un choque ideológico y social en torno a su ejercicio sexual. Vemos, por un lado, la alta censura de los genitales, y por otra parte, encontramos desde cabinas de porno en realidad virtual, así como todo tipo de juguetes: clásicos, con diseños extraordinarios, discretos, masculinos y femeninos, para disfrutar en solitario y en pareja. Así hasta llegar a prototipos de juguetes sexuales que simulan las sensaciones tanto de los genitales femeninos, como masculinos. A la par, el propietario de estos juguetes se conecta a un videojuego pornográfico de realidad aumentada.

Algo importante es el diseño de estos objetos. Los materiales han evolucionado, las formas son menos grotescas.
Hoy en día las sexshop se han despojado de su calidad insalubre y peligrosa, pasaron de ser sitios oscuros vinculados a la prostitución a ser hermosas love store en las que predominan los juguetes femeninos, espacios en donde la sexualidad se reivindica entre colores vibrantes y juguetes con sabores dulces y formas divertidas.
En México y en medio de este encierro de pandemia encontramos lugares como Erotika, tienda que además, ofrece servicio a domicilio para que no haya excusas para quedarnos en casa. En este espacio es posible adquirir juguetes y aditamentos para tener relaciones sexuales más divertidas o para llevar mejor el encierro. Tenemos a nuestro alcance desde succionadores de clítoris (para nosotras) hasta vibradores prostáticos o masturbadores masculinos (para los hombres).
Les dejo abajo el link (por si lo necesitan)
Por último, quisiera decir que estos juguetes no están pensados para sustituir el contacto humano, al contrario, debemos aprender a despojarnos de los tabús, a re-descubrir nuestra sexualidad y nuestro propio erotismo.
El erotismo busca ver siempre más allá, sentir, explorar y no hay nadie mejor que nosotros mismos para comenzar ese viaje y, posteriormente, experimentar en pareja. Llenar la cama con juguetes de colores, lubricantes de sabores y disfraces divertidos.

Esta sigue siendo una era de revolución sexual, de aprender que el amor propio también implica el sano ejercicio sexual.
Nadie tiene derecho a manipular nuestras formas de experimentar placer.
Hoy en día aún existen miles de personas que creen que la sexualidad es un pecado y que la masturbación es algo obsceno.
Nadie mejor que nosotros mismos para explorar nuestro cuerpo, para disfrutar y conocer las partes erógenas que poseemos.
Un día alguien me dijo que el más grande pecado de la humanidad es tener la capacidad de experimentar sensaciones eróticas y censurarlas.
¡DISFRUTEN-SE!
PD: Les dejo una liga a Erotika, por si les interesa explorar más este tema.
Fotografía 1: Mavi H. Valdéz
Fotografías 2, 3: Pinterest
Fotografías 4, 5, 6: Erotika Instagram oficial
(Especial agradecimiento a Erotika por su amabilidad y apoyo para este artículo.)
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